Estas son sólo algunas de las maneras en que Dios finalmente está recibiendo la atención de la humanidad. Que finalmente nos está haciendo ver la insignificancia de nuestras pequeñas historias. Que finalmente nos lleva a ver y aceptar que hay un plan mucho más grande y más hermoso para nosotros de lo que nadie jamás soñó posible. Y, por supuesto, finalmente, tener toda nuestra atención. Después de haber agotado todos nuestros intentos de controlar nuestra vida y vivirla en “nuestra” manera, la voz de Dios ahora será escuchada y obedecida. Las bendiciones de esa unión y co-creación lloverán sobre esta tierra y sobre las vidas de sus seres de manera en la que los poetas sólo pueden soñar.

Lo que va a servirle a Dios y a este planeta es que cada uno de nosotros coloque y mantenga su enfoque en la auto-purificación. Purifica los cuatro niveles de tu creación: pensamientos, sentimientos, palabras y obras, más y más, cada día. Responde plenamente a la verdad y al amor. Auto reflexiona y has cambios. Utiliza el don del libre albedrío para sintonizar con la voluntad de Dios y para servir a lo mejor de tu capacidad. Cada vez más, entrega todos tus deseos para que los deseos de Dios para ti puedan ser satisfechos. Dios no puede llenar el cáliz de alguien cuyo cáliz está lleno de deseos pequeños y mezquinos de la carne y de los beneficios materiales, todo lo cual son efímeros y se quedarán atrás.

Dios no puede servir al que está contento de servirse a sí mismo.

Céntrate más en ayudar y servir a los demás, y has que el bienestar de todos tus hermanos y hermanas sea tan importante como el tuyo. Esto genera desinterés, el logro más elevado del espíritu humano. El desinterés engendra el amor incondicional y hace querer a Dios como ninguna otra cosa.

Haz todo esto y estarás en la cresta de la ola llamada “2012” y te colocarás en ángulo recto, con gracia, y divinamente en el 2013, un año de tremendo amor Divino en el Planeta Tierra. ¿Habrá cambios en la Tierra en el año 2013 y más allá? Por supuesto. De hecho, no habrá más que ahora. La única diferencia es que una enorme cantidad de resistencia de los humanos habrá sido eliminada (con gracia o dolor), y habrá un nivel sin precedentes de reconocimiento, así como la armonización y la entrega a la voluntad de Dios. Eso es lo que estos próximos años lograrán, de una manera u otra.