Desmitificando el 2012 Lo que estamos presenciando en este momento es nuestro enfoque para cruzar ese umbral de la conciencia, como una especie entera. Además, la especie humana está sólo al principio de la ventana de la trascendencia, que en realidad arrancó a todo con el movimiento “hippy” de la década de 1960. Eso fue, podríamos decir, el nacimiento del Despertar de la Humanidad. Esta transición 2012 es equivalente a la conciencia de la humanidad entrando en la pubertad. El planeta y la raza humana está moviéndose rápidamente hacia el punto por el cual y en el cual la masa crítica colectiva (es decir, más del 50%) de la población del mundo habrá tenido su despertar espiritual y esta viviendo en la búsqueda de la auto-purificación, de alineación con la voluntad divina, y con motivo de amor y propósito como su pilar fundamental. El planeta está muy lejos de esa cifra hasta el momento, sin embargo, Dios necesita que esto suceda, y así lo hará. Es el destino, y no simplemente una sutileza. Hágase tu voluntad – y así es – siempre y en todas partes. Todo y todos son prescindibles en el logro de la voluntad de Dios. Porque la mayoría de las personas siguen siendo tan resistentes a “rendirse a la voluntad de Dios”, ciertos acontecimientos que suceden a “invitar” y, si es necesario, coaccionar, esta rendición y obediencia a la voluntad divina. Este es el razonamiento detrás de todos los acelerados cambios de la Tierra (cambio climático, las enfermedades, las sequías, las tormentas, y otras “catástrofes”) que vemos. Cada vez que los humanos dicen “no” a este destino, el Universo (en este caso, la Madre Tierra) entra y actúa en nuestro nombre para crear la rendición necesario para nosotros. Es una relación inversa simple, el equilibrio en el punto de apoyo llamado “libre albedrío” (es decir, nuestras opciones). Cuanto más nos rendimos y obedecemos, menos tiene que pasar la tierra por cambios. Cuanto menos nos rendimos, cuanto más tiene que suceder para invitar (o coaccionar, si la obstinación humana y la resistencia es lo suficientemente alta) la rendición. La única opción que ninguno de nosotros realmente tiene es si queremos seguir el camino de la gracia o el camino del sufrimiento. El resultado es el mismo. Este principio es cierto a nivel individual, así como en el plano colectivo. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X