“En cualquier momento, todos somos capaces de que se active nuestro temor que vamos a perder nuestra relación más preciada. Lamentablemente, debido a nuestra defensiva, [muchas parejas] de hecho co-crean la pérdida que tan desesperadamente queriendo evitar.”

Cambiando la energía de un pleito. Cuando David y Donna trabajan con los clientes, a veces es a la par, una pareja y dos terapeutas (frente a uno como en terapia de pareja tradicional). Ellos exploran las cuestiones que llevaron a un cliente o a una pareja a acudir a ellos. Pero como explica David, el pasado siempre aparece:

“Las experiencias pasadas salen a la superficie de una manera orgánica. En algún momento, uno u otro cónyuge suele decir, ‘Eres igual que tu madre y no es un cumplido’. El pasado nos sigue en el presente, seamos conscientes de ello o no. Si somos conscientes de esto, podemos contribuir a la comprensión y la compasión a nuestros miedos y nuestra necesidad de control.”

“Y podemos cambiar la energía del pleito,” Donna termina la frase de David.

“¿Qué significa?”

“En todas las relaciones, los pleitos tienen una función. Por lo general, [durante una pelea] una pareja se pasa la culpa del uno al otro”, dice David.

En mi mente, veo a mi marido y a mí empujando la ‘papa caliente’ el uno al otro.

“Sin importar el tema, cada pelea tiene la misma energía negativa”.

“Es muy tóxico”, añade Donna, “El pleito esconde sus verdaderos temores y los problemas reales.”

Para ayudar a las parejas a cambiar la energía de una pelea, David y Donna enseñan un proceso que ellos llaman, “Comenzando de nuevo”. Comenzar de nuevo implica llevar conciencia sin juicio y la compasión al conflicto emocional. La pareja aprende a comunicarse sin temor y negatividad, a asumir la responsabilidad de sus sentimientos y acciones y resolver los conflictos sin culpar a los demás o a sí mismos. Esencialmente, las parejas están aprendiendo a vivir la energía de una relación. Ellos aprenden nuevas formas de hacer frente y de estar presente para ellos y sus hijos.

David explica: “Dos personas comprometidas entre sí entienden que las buenas relaciones incluyen peleas, sentirse mal y aprovechar los temores del otro. Sabiendo que nuestro compañero humano más cercano está dispuesto a apreciar, amar y tratar de entender, es el mejor regalo que podemos dar a una pareja, a nosotros mismos y a nuestros hijos si ese es el caso.”