La enfermedad es un mensaje del alma En cada una de estas causas, el papel del médico es fundamental. El médico puede – consciente o inconscientemente – llevar a la persona hacia una expansión de su conciencia o a una inconsciencia más profunda y a la co-dependencia. Aún así, nosotros seguimos siendo nuestros mejores aliados, si estamos dispuestos a hacer una pausa, escuchar y confiar en los mensajes de nuestro cuerpo. El camino a seguir • Acepta: Al caer enfermo, conscientemente abraza a tu estado debilitado, sin juzgar ni resistir. Tu cuerpo está haciendo lo que no permitiste que hiciera tu alma. • Pon Atención: Vive el momento del sufrimiento como una oportunidad para cuidarte a ti mismo, para conectarte a tus necesidades espirituales profundas. Cuida de que no seas egoísta. ¿Cómo les puede dar a los demás si tu bienestar interior está comprometido? • Escucha: Sintoniza la parte de tu cuerpo que está afligido, escucha sus mensajes: colores, imágenes y sonidos. ¿Qué evocan en ti? ¿Qué símbolos aparecen? ¿Qué mensajes especiales traen para ti? • Pregunta: Cuando te sientas abrumado por tus molestias físicas, hazte la pregunta: “¿Qué sentido tiene esto? ¿Qué necesita mi cuerpo que haga?” Escucha con plena atención a las respuestas sin censurar o juzgar. A menudo, tu cuerpo sólo responderá “El sueño, el descanso, el silencio” y – si decides escuchar – el siguiente paso puede ser una transformación milagrosa. • Reflexiona: Tómate el tiempo para examinar honestamente vicisitudes de tu vida durante las semanas o meses antes de la enfermedad. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué has estado reprimiendo? ¿Has honrado verdaderamente tu plan de alma o estás alejándote de él? Tu cuerpo es tu templo. Si ofreces la oración, al igual que en un verdadero templo, la oración será contestada por los que están escuchando. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X