El poder del adios Por Rev. Judi A. Lynch Una cosa que al final todos tenemos que aprender en nuestras vidas es la forma de decir adiós. Tenemos que decir adiós a las relaciones que no funcionan y a los seres queridos y familiares cuando dejan este mundo para ir al siguiente. También aprendemos a dejar atrás los viejos hábitos y cosas que pueden dañar nuestra salud física y emocional. Puede ser un reto, francamente aterrador estar solo después de tener la compañía de un ser querido por muchos años. Puede ser doloroso renunciar a los alimentos que te encantan pero que te están causando daño, o dejar a los amigos que te ponen en una guerra emocional constante a pesar de que los quieres. El poder del adiós también puede hacer que te regocijes ante la promesa de un futuro mejor. Las nuevas oportunidades, nuevas amistades, nuevas metas vitales, pueden sustituir las viejas nociones y creencias. El poder del adiós es que cambia tu actitud negativa hacia ti mismo que puede que tal vez tengas debido a tus alrededores. Significa el crecimiento de tu alma. Como un bebé que deja atrás un chupón, se puede decir que aprendes a caminar solo y a descubrir cosas sobre ti mismo que tal vez hayas olvidado o que nunca sabías. Esto significa que puedes levantarte y cambiar las cosas que te impiden tener el futuro que deseas manifestar. El poder del adiós significa amar a distancia a aquellos que te han traído dolor sabiendo que estás en mejor situación para seguir adelante por un camino nuevo, habiendo aprendido la lección. Por doloroso que algunos cambios puedan ser, son necesarios. La resistencia puede prevenir que descubras tu propósito de vida y cumplir con el plan de tu alma para superar lo que podría haber sido un tema de vida que debías vivir durante muchas vidas en la Tierra. Una persona empática tiene que aprender cuándo decir adiós y cuándo no tomar demasiado el dolor de otras personas. La familiaridad y el reconocimiento de tu alma no son una excusa para que otro juegue con tu compasión. Lo que una persona dice y hace y lo que realmente siente por dentro puede ser muy diferente. A veces nos olvidamos que el amor es incondicional pero la confianza se debe ganar. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X