1) El “Niño Rebelde”. Son el rebelde, el rompedor de reglas, el que actúa por impulso. Al principio puede parecer exótico y emocionante, pero muy rápidamente vemos que su comportamiento impulsivo es destructivo para ellos y para las personas de las que están cerca. Su temeridad y desprecio por su bienestar propio y el de los demás hace que pierda rápidamente su atractivo. Ellos podrían estar dispuestos a asumir las consecuencias de no pensar antes de actuar, pero nosotros no tenemos porque hacerlo. Hay diversión y luego hay estupidez.

Poder identificar estos diferentes tipos de personas nos permitirá protegernos si llegan a aparecer en nuestras vidas. En lugar de quedar atrapados en una relación frustrante o confusa, podemos pararlos en su camino y en su lugar concentrar nuestras energías en las personas con las que podemos tener relaciones satisfactorias y significativas, carentes de complicaciones innecesarias.

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Noemi says:

Y si quitamos a todos esos… queda alguien?