El dolor y la tristeza Por Lisa White El dolor y la tristeza. La ansiedad y la ira. Estas son emociones que todos sentimos en algún momento de nuestra vida. Estas emociones no son las que elegimos sentir. En cambio, en un momento de pensamientos y manifestaciones positivas, “elegimos” sentir alegría y “escogemos” sentir felicidad. En nuestra cultura, tener estas emociones “negativas” es socialmente inaceptable y se nos considera negativos o débiles. Miles de millones de dólares se gastan cada año en medicamentos para evitar la sensación de sentimientos dolorosos. Miles de millones de dólares se gastan en publicidad de productos y servicios que creemos que nos harán felices. Nos mantenemos ocupados “haciendo” listas de una milla de largo, compulsivamente vamos de compras, comemos en exceso, bebemos alcohol, tomamos drogas, visitamos al Internet, nos quedamos pegados a la televisión y pensamos “positivo” en todo para no tener que dejar que fluyan dentro de nosotros las emociones “poco felices “. Las recientes muertes de Whitney Houston y Dick Clark nos llenan de dolor y tristeza. Que fallezcan estos íconos y ver el torrente emocional que causó sus muertes, saca a relucir las emociones que todos escondemos de vez en cuando. Los regalos que compartieron con nosotros como parte de su destino nos inspiraron y enriquecieron. Pero, hay otro regalo que nos dieron al fallecer. Ese es el regalo de tener un momento en el que todos somos “permitidos” sentir tristeza y dolor juntos, al mismo tiempo, a nivel colectivo. Ahora podemos experimentar un momento de conexión con nuestra tristeza y dolor. Nos abrazamos y consolamos a los demás. Lloramos y sentimos la emoción humana genuina, sin vergüenza y sin la necesidad de escapar de ella. Nosotros participamos en esta experiencia juntos y compartimos nuestra humanidad común. Por este momento, no tenemos que ser fuertes. Estas muertes de iconos americanos también nos permiten expresar no sólo la tristeza y el dolor por su fallecimiento, pero todo el dolor y la tristeza que podríamos tener en nuestro interior. Estamos experimentando el Fin de una Era. El malestar que viene con él se siente por todo el mundo en algún nivel. La muerte de los sistemas y comodidades que ya no nos sirven nos dejan con una inquietud colectiva, aunque no nos demos cuenta. Individualmente, muchas personas han perdido sus empleos, casas, relaciones, seres queridos y hasta la esperanza. Muchos se sienten solos y perdidos y tienen miedo de mostrarlo. ¿Qué otra pena o tristeza podrías estar reteniendo en este momento? Toma un momento y siente esa tristeza o dolor. Esta con él. Respira a través de él. Permite que te ayude a sentirte conectado con otras personas que puedan estar sintiendo las mismas emociones. Permite que ese sentimiento y esas lágrimas sean un ungüento curativo de cualquier pérdida o dolor que puedas sentir en estos momentos. Puede que no seamos capaces de ponernos de acuerdo sobre la política, la religión, la discriminación o los estilos de vida, pero todos podemos sentir consuelo en cómo se siente al compartir las emociones dolorosas con los demás. Podemos compartirlos y permitir que sean un catalizador para la sanación y el cambio. Podemos compartirlos y no sentirnos solos. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X