¿RECLAMAS DE LOS DEMAS LO QUE TE NIEGAS A TI MISMO?

Por Enrique Villanueva C.Ht.

“…Alguien que me contrate porque yo no me ocuparé por mi cuenta, alguien que me de paz porque yo carezco de ella, alguien que me ame porque yo no me siento amado, alguien que me de la felicidad que no creo merecer….”

¡Despierta!, lo que buscas tiene que cultivarse en tu interior y reclamarlo de los otros solo te afianzará en la idea de que careces de ello. Para explicar esto me remontaré a una de las más poderosas y menos comprendidas narraciones del antiguo testamento, la historia de Jacob. Dicen los estudiosos que el nombre Jacob significa estafador, timador o mentiroso, y narra la Biblia que este personaje delgado y lampiño deseaba la primogenitura (bendición que entregaba el padre a su primer hijo varón) que por ley correspondía a su hermano mayor Esaú y de quien dice la historia que era robusto y tenía un cuerpo cubierto de vello.

Aprovechando que un día Esaú regresaba cansado y hambriento del trabajo, Jacob le ofreció intercambiar la primogenitura por un plato de lentejas que él mismo había preparado (¡!) Esaú, con hambre y desesperado aceptó la propuesta pensando que sería imposible que el padre diera la bendición de primer hijo a Jacob. Sin embargo Jacob lo había planeado todo con mucho cuidado, y se presentó frente al padre que era viejo y estaba ya ciego, fingiendo la voz gruesa del hermano mayor y cubriéndose los brazos con la piel de una oveja para semejar las extremidades velludas de Esaú, y así ocurrió que el padre engañado entregó la primogenitura al hijo equivocado. Luego de esto y temiendo la ira del hermano, Jacob huyó al desierto en donde se encontró con un ángel al que decidió combatir y con el que peleo durante toda la noche…

La historia continúa diciendo que poco antes del alba, el ángel hirió a Jacob en la cadera y le preguntó: -¿Por qué peleas conmigo?- A lo que Jacob respondió:

-¡No te dejaré en paz hasta que me hayas bendecido!

Es entonces que el ángel accedió a bendecirlo bautizándolo con un nuevo nombre:

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