El despertar espiritual Pero cuando se trata de que nosotros mismos formemos un colectivo con un interés común, ya sea el de vivir en armonía como el resto de seres vivos del planeta o el de seguir evolucionando hacia la Luz tal y como percibimos que ese es nuestro cometido como Humanidad, somos incapaces de formar nada coherente y al unísono, además de que parece que somos incapaces de no hacer actividades continuas que nos puedan llevar a la autodestrucción. Ahí está la clave de todo, amigos. Si no creamos un compromiso con nosotros mismos, donde entendamos que en la medida en que nos esforcemos en edificarnos como personas, en la medida que queramos crecer conectando con nuestro interior, con nuestro “Superhombre” que no es sino nuestro Yo Superior, en la medida en que no entendamos que en vez de pensar en nosotros mismos de forma desequilibrada, es decir practicando el egoísmo día a día, y que tenemos que crear continuamente lazos de unión y cooperación con el resto de nuestra comunidad, en la medida en la que estemos desconectados de nuestra dimensión espiritual y no entendamos que todo en el Universo tiene su armonía y equilibrio, y que si hacemos por no involucrarnos en él e incluso en destruirlo, ya solo por ignorancia, en la medida en la que todo eso siga sin cambiarse dentro de nosotros mismos, estaremos viviendo de espaldas a nuestro despertar espiritual, el cual significa nuestro futuro. NADA ES NUEVO Si echamos un simple y sencillo vistazo por el poso de sabiduría que atesora el Hombre a lo largo de nuestra Historia, por ejemplo en los textos sagrados de las religiones y filosofías más importantes, caeremos en la cuenta de que la Verdad que cada humano lleva dentro de sí sobre la necesidad y significado de su evolución espiritual, es una Verdad Universal a la cual, como siempre digo, estamos convocados todos. Podemos pararnos en el Budismo, por ejemplo, donde “Buda” que es el nombre que recibe el príncipe Siddharta Gautama al alcanzar su estado de “Iluminación”, que es el estado máximo de elevación espiritual, el cual lo alcanza después de dejar su posición y su fortuna e iniciar un camino espiritual radical, basado en la Meditación Trascendental, en practicar el “Dharma”, es decir, en hacer el bien continuamente y bajo unas leyes de pensamiento y practicas mentales las cuales te llevan a desprenderte del “sufrimiento”, y atrayendo la Luz, la Paz, la Armonía y la energía positiva. ¿No os suena al concepto que hoy entendemos como la “Ley de la Atracción”? Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X