Orientación para tu alma La voz del miedo es fuerte, repetitiva e insistente, y frecuentemente ilógica e insensata. Estamos amenazados, insultados y constantemente tenemos en cuenta los escenarios de desastre de lo que va a ocurrir si no seguimos el consejo de nuestros temores. El miedo es un asesino intruso que intenta controlarnos y sofocarnos con su poder. Y, sin embargo, es la culminación de todo este tiempo, la experiencia dolorosa e insoportable que nos puede motivar a una búsqueda sincera de la verdad espiritual y sus bendiciones. Tendemos a dar por sentado aquello que siempre está con nosotros y veneramos con más fuerza aquello que nos hacía tanta falta. Y entonces, ¿cómo vamos a conocer la voz de nuestra alma? Una de las formas de reconocerla es por su marcado contraste con el miedo. La voz de nuestra alma permanece en silencio si no queremos oírla, porque no necesita nada de nosotros y no está vinculada por el tiempo o el espacio. Cuando habla, no nos va a dar más de lo que podemos comprender y utilizar con prudencia. Nuestra alma entra en nuestra conciencia, donde hemos creado un espacio cultivado y damos gratitud por sus ofrendas. La orientación de tu alma es suave, de voz suave y desprovista de todo juicio. Te acepta, calma, te alienta y te da amor incondicional, es paciente y comprensiva. Nuestra alma no nos va a ayudar a causar daño o a robar a alguien del libre albedrío. No nos rescatará de problemas que tenemos que experimentar para aprender y evolucionar espiritualmente. Nuestra alma puede ver a través de los falsos disfraces, los mecanismos de defensa y los defectos de carácter, y nos muestra que es nuestra propia sombra la que nos asusta más. Esta sombra sólo necesita la luz del amor y de la verdad para que pueda ser transformada. Cada vez que nos sentimos bloqueados del crecimiento espiritual, podemos preguntar qué acciones, sentimientos o pensamientos son los que nos mantienen como rehenes. Cuando los puedas identificar, entrégalos al Poder Superior. Al hacer esto, nos permitimos alinear cada vez más con lo divino, mientras que al mismo tiempo aceptamos la imperfección de nuestra humanidad. De esta manera estamos experimentando un amor sano, incondicional y hacemos un compromiso con el progreso continuo. A medida que continuamos preguntando y escuchando la guía de nuestra alma, las fortalezas del miedo se caen a nuestro alrededor para revelar las bendiciones que han estado siempre con nosotros. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X VERÓNICA SÁNCHEZ MORA says: July 1, 2013 at 6:49 pm me gustan todos los escritos por favor envienme mas!