Mensajes y mensajeros Por Martha Rosenthal El hombre actual está lleno de miedos, especialmente a lo que no puede ver, entender o que le genere inquietud, pero cuyos efectos son perceptibles. Cree sólo en lo visible, en el producto de la vida material, el mundo de las formas, dónde únicamente acepta como real lo tangible. Sin embargo, muchos textos que nos hablan sobre esa realidad se basan en aspectos filosóficos, por lo tanto inmateriales. Ello le lleva a rechazar lo que temen saber. Mis años de experiencia en el mundo de la paranormalidad, me han demostrado que, aun aquello que no vemos ni tocamos, existe. Una de los formas que mayor interés ha creado, tanto en el publico en general como en el mundo de la experimentación, es la del contacto con seres incorpóreos. Sus mensajes son atraídos al espacio de la forma por quienes conocemos en algunos países como “canales” o “antenas”. En otros tiempos el desprestigio abanderaba los criterios sobre quienes así se definían. Hoy son perseguidos tanto por la prensa, como por estudiosos, ávidos de saber algo que va más allá de lo evidente. Hoy profesionales de todas las áreas del saber, sean científicas, humanísticas o artísticas, investigan sobre este tema. Y no podríamos investigar algo que no existe. Una canalización suele ser objeto de todo tipo de apelativos. Lo primero que se le sugiere, es asistir a consulta con algún especialista en estudios de la mente, ―lo que por cierto es muy sabio―. Sin embargo el propósito, es descalificarle para que se acepte como insano mental. Desde luego, la primera reacción es el temor. En muchos casos, a esas personas capaces de obtener información desde el más allá, se les tildó de esquizofrénicos, o bien otras patologías semejantes. En otros, se les confundió con médiums. Sin embargo, sin duda no todo quien escucha voces es un enfermo, ni todos son canales. Por ello he alentado el análisis concienzudo de estos casos, sencillamente porque he asistido a la evaluación psiquiatrica y psicológica de no pocas personas. De estos, un importante porcentaje demostraron estar tan sanos como cualquier lector interesado en este tema, mientras un grupo menor fue sometido a adicionales rondas de pruebas, resultando necesario atención médica calificada. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X