La simbología del tarot El palo de Bastos Representa el plano espiritual de la tierra y aplicación de las leyes espirituales a la vida diaria. El palo representa también nuestro deseo de alcanzar nuevas alturas en el desarrollo y entendimiento espiritual. Nos enseña acerca de la relación con las energías cósmicas al ilustrar la necesidad de aceptación de nuestras raíces en la naturaleza. Es decir, como la extensión continua que debemos tener hacia arriba y hacia afuera, con la finalidad de absorber la energía dadora de vida del sol. El mensaje principal de los bastos es la armonía de la dirección de nuestra vida con los principios espirituales, proporciona empresas exitosas, grandeza, honor y reconocimiento. El palo de Espadas Representa el plano mental de la tierra y nuestros procesos de percepción. Describe como sorteamos las dificultades en nuestra evolución espiritual, así como las múltiples formas de percepción incorrecta que parecen debilitar y esclavizar al ser humano. Muchas de las figuras en este palo tienen los ojos ocultos o cubiertos o están mirando hacia abajo, lo que confirma su renuncia a dejar que otros adviertan su confusión mental o dolor, o su incapacidad de ver claramente sus propios problemas. La actividad, la hostilidad, la rivalidad, el rencor y el infortunio son la esencia de los métodos de enseñanza transmitidos por las espadas. Se relacionan con el pensamiento analítico, la política, la guerra y la comprensión de las ideas creativas; así como el emprender acciones para efectuar un cambio. El palo de Copas Ilustra el plano emocional como nuestras reacciones internas ante las situaciones de la vida. Las copas muestran como percibir y aceptar las emociones humanas en el sistema de las reacciones, también las señales que nos enseñan a interactuar de una mejor manera entre nosotros y el ambiente que nos rodea. Nos recuerda la chispa de la divinidad en cada corazón humano, así como el don de los sentimientos humanos como fuente de comunicación íntima. El mensaje principal de las copas es mostrar la necesidad constante de limpiar y pulir la vasija humana que alberga el alma. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X