La simbología del tarot La magia en las imágenes Por Gabriela Marrón Romero Los símbolos utilizados en las cartas son una forma universal que sobrevive a su uso e interpretaciones temporales. El Tarot esta plagado de símbolos numéricos, planetarios, astrológicos, pictóricos y cabalísticos; sin embargo, la importancia simbólica no se limita a la interpretación de cada carta y a la relación de ellas; sino más bien a entender el mensaje divino que conlleva el conocimiento del Tarot. Para ello se toma en cuenta el color plasmado en las cartas, así como la letra hebrea implícita, el valor numérico de la letra y su color, la ubicación en el sendero del Árbol de la Vida; la posición, la forma y orientación de la figura de la carta, etc. Los símbolos que se utilizan a lo largo de la baraja del Tarot, también conectan al lecturista con los pensamientos y emociones de los registros akáshicos; son las crónicas no físicas de todos los acontecimientos, pensamientos y emociones que suceden en la creación. Cada símbolo contiene volúmenes de la información expresada al respecto y se encuentra almacenado en las energías del universo. De hecho, muchos de los escritos no físicos (guardados en el registro akáshico), pueden ser recuperados al enfocarse en un símbolo en particular y volverse receptivos a la información intuitiva que resulte. La baraja contiene 78 cartas y se divide en dos arcanos mayores y menores, juntos, expresan las interacciones entre el mundo espiritual y el ser humano transitorio en su viaje a través del tiempo en la tierra. La parte de los arcanos mayores consta de 22 cartas que representan las fuerzas cósmicas que afectan el desarrollo humano y espiritual. Por su parte, el arcano menor consta de 56 cartas que retratan las múltiples condiciones humanas y situaciones de la vida. Las cartas del arcano mayor, están tituladas, y se numeran del cero al veintiuno con números romanos. Éstas se subdividen en tres grupos particulares de siete cartas cada uno, llamados septenarios que comienzan con la carta de EL Loco o cero; personaje que conecta todas las cartas del arcano mayor en el viaje espiritual que emprende. Los septenarios son tres y se componen con el primero de las cartas numeradas del I al VII que revelan la naturaleza interna del hombre, sus virtudes, necesidades, vicios. El segundo septenario son las cartas VIII al XIV que muestran las fuerzas del ambiente sobre el hombre. El tercer septenario lo componen las cartas del XV al XXI, que representan las influencias cósmicas sobre él. Los arcanos menores contienen 56 cartas divididas en cuatro palos: Bastos, Espadas, Copas y Oros. Cada palo se compone por 14 cartas; diez enumeradas y cuatro son de la corte; sota, caballo, reina y rey. Las cartas de la corte pueden caracterizar personas y sus rasgos específicos de personalidad, o bien, describir una situación humana. Las cartas del As al Diez de cada palo representan las ideas y las situaciones de la existencia terrenal. Los palos del arcano menor ilustran los cuatro planos de la tierra y la manera en que tratamos con las situaciones de la vida. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X