3. Cuenta tus bendiciones cada día. Comienza una nueva tradición pensando cada día en tres cosas por las cuales estas agradecido. Anótalos cuando te levantes por la mañana. Comenzando el día centrado en pensamientos de abundancia es una buena manera de aumentar la abundancia durante el resto día. Recuerda que la abundancia es mucho más que una cuenta bancaria. Se trata de una profusión de buena salud, buenos amigos, la bondad, la generosidad, el perdón y el amor. Es tu cuenta bancaria espiritual, cuánto amor incondicional y compasión dedicas a los demás como a ti mismo, que a su vez es lo que realmente importa. Depósitos diarios en esta cuenta crearan abundancia infinita.

4. Celebra a las personas más queridas. Extiéndete a las personas en tu vida que están allí para ti a cada momento sin importar lo que pasa. Dales las gracias por esos momentos que tenían fe cuando a ti se te olvidó cómo. Envíale un texto, correo electrónico o hazle una llamada telefónica. Hagas lo que hagas, simplemente hazle saber lo agradecido que estas por estar ahí lidiando contigo, especialmente cuando tu lado humano animado emerge.

5. Ejercita tu oportunidad de perdonar en el momento. El perdón es tan importante que recibe su propio lugar especial. Todos tomamos decisiones que lamentamos. Es la parte humana de nosotros. La cosa más importante de recordar es perdonarnos a nosotros mismos y los demás cada vez que podamos. Cuando nos sentimos incómodos con nuestras decisiones, tenemos que perdonar en el momento. A veces tenemos que perdonar en muchas ocasiones hasta que podamos llegar a un lugar de paz. La vida está llena de numerosas oportunidades para perdonar. A veces pensamos que hemos trabajado completamente una situación y luego ¡zazz! Algo se acerca y tenemos que empezar a perdonar de nuevo. El perdón siempre es bienvenido en cualquier momento y en cualquier lugar. Es el regalo que sigue dando.

6. Acepta cambios a medida que dejes ir el control. Muchos de nosotros estamos viviendo tiempos de cambios rápidos e incertidumbre. Nuestros planes fallan con bastante frecuencia. Eventualmente llegamos a reconocer que el Universo tiene algo mejor en mente para nosotros. Algunos de nosotros nos resistimos al cambio con tal intensidad que es agotador. La ilusión de control parece pacificar nuestros egos a medida que nuestros espíritus se van haciendo impotentes. Es hora de recuperar nuestro poder. ¿Cómo lograr esto? Dejémonos ir en el momento y pensemos un pensamiento nuevo que nos traigan paz. Una buena práctica consiste en prestar atención a las afirmaciones que nos llaman la atención y luego escribirlas. Publica estas pequeñas pepitas de inspiración alrededor de tu casa. Léelas en voz alta cada vez que el ego está tratando de tomar el control. El cambio es mucho más fácil de aceptar cuando nos acordamos de lo que realmente somos y por qué estamos aquí.