Por Veronica Leeque-pasa-con-el-cambio-de-2012

El Solsticio de Invierno se acerca y muchos de nosotros nos preguntamos qué va a suceder. ¿Habrá un fin de nuestro mundo, de nosotros, del tiempo, o algo más? ¿En todo caso, qué es lo que va a cambiar? Aunque ha habido muchas predicciones de eventos o cambios energéticos, nadie está completamente claro acerca de los detalles. Lo que está claro, sin embargo, es que estamos en medio de grandes cambios, y esos cambios se notan tanto internamente como en el mundo exterior.

Antes de ver los cambios, primero podríamos ver lo que no ha cambiado. Por un lado, la necesidad de nuestro ego para mantener la coherencia y fiabilidad nos ayuda a mantenernos seguros de que nosotros y nuestro mundo, están bien. En general, podemos observar los últimos años y ver que las cosas son fundamentalmente las mismas. En Estados Unidos, nuestra economía sigue siendo débil, la tasa de desempleo es casi la misma, se reeligió al mismo presidente, y no hemos experimentado cambios muy fuertes. Otros países han experimentado un patrón similar. Bueno o malo, la mayoría de nosotros estaríamos de acuerdo en que “las cosas son básicamente las mismas.”

Sin embargo, si nos fijamos en esta misma área usando un pedazo más grande de tiempo, nos damos cuenta de que las cosas han cambiado significativamente en la última década, más o menos. Al mirar a los acontecimientos mundanos, sin duda podemos identificar los movimientos radicales de cambio en numerosas naciones.

Lo qué es claramente perceptible para muchos de nosotros es que nuestra vida personal ha cambiado bastante drásticamente en un período relativamente corto de tiempo. Muchos de nosotros hemos experimentado grandes pérdidas, algunas de las cuales directamente reflejan la imagen mayor, casi todo el mundo conoce a alguien que ha perdido un trabajo o su casa. Además, los cambios significativos son rampantes; matrimonios y las relaciones cercanas se han disuelto, han surgido grandes enfermedades, la gente ha hecho movimientos inesperados, y las crisis personales han creado cambios notables que no tienen nada que ver con quién es presidente.