2. Asegúrate de estar muy claro en cómo quieres que sea tu nueva vida.

3. Acepta el cambio. Es un viaje, no un destino. Y, cuando tomas el control del cambio, lo montarás como un surfista experimentado y no quedarás atrapado en él como una víctima indefensa de las circunstancias. Un cambio radical puede sentirse como si un elefante gigante acaba de entrar en la habitación: totalmente abrumador. Me gusta decir, “¿Cómo se come un elefante? Un pequeño bocado a la vez.” Córtalo y toma un bocado pequeño a la vez; camina paso a paso a través del cambio, incluso un cambio radical.

4. Ten una práctica espiritual diaria. No importa lo que hagas, lo importante es que lo hagas todos los días. Te permite liberar tus bloqueos y miedos y centrarte en las cosas nuevas que vienen a ti.

5. Acepta tu poder. Tú tienes el poder de cambiar tu vida. Esta nueva era tiene que ver con el empoderamiento y la conciencia. Tú no eres una víctima más.

Cada paso adelante en tu vida te ha llevado a este punto en concreto para ayudarte a crear las condiciones ideales que te permiten la plena expresión del poder ilimitado, transformador del amor. Eso es de lo que se trata el cambio.

Ahora estamos en una expansión de una conciencia que se da cuenta que es el centro vibrante y de gran alcance del amor fundamental, universal y dotado de una mayor capacidad para servirnos a nosotros mismos junto con la raza humana. ¡Acéptalo!