¿Qué tiene que ver “El Secreto de Adan” con los mayas?

El libro tiene mucho también que ver sobre este movimiento mundial que han dejado los mayas. Porque claro, hay una profecía de una civilización muy inteligente que estuvo en México y en Guatemala y que dice que el 21 de diciembre empieza un nuevo ciclo más traducido como fin del mundo.  Vendría a ser el fin de un partido y el inicio de un nuevo tiempo.  No nos olvidemos que incluso la palabra apocalipsis significa “lo que será revelado” en griego.  Todos los cambios en el mundo son parte de una revelación.  Revelar una forma de vida mucho más cercana a la divinidad y no a lo que está pasando en ese mundo oscuro.

¿Pero entonces tú crees que  algo bueno va a ocurrir el 21 de diciembre?

Sí, no solamente yo.  Hay un grupo muy grande a nivel mundial en el cual mucha gente está haciendo sus cambios colectivos.  Además, está avalado por investigaciones científicas porque el sol está cambiando.  Está generando lo que llaman los científicos tormentas solares.  Esas tormentas solares tienen una lluvia de fotones.  Esos fotones afectan la psiquis y afectan también nuestro ADN.  Entonces lo que está pasando es que las hebras de la ADN que la ciencia ortodoxa dice que es ADN chatarra basura en realidad está desconectado.  Nuestro código genético podría estar adulterado para que las dos hebras no estén activas.  Y no solamente dos.  Están naciendo niños con 3 hebras del ADN activas y que tienen poderes telekinesicos, de telepatía, de mover objetos.  Incluso hay niños investigados por científicos tanto Británicos como Americanos, que tienen poderes especiales porque el ADN viene con más capacidad.  Entonces, la esperanza es que el cambio planetario que predijeron los mayas es evolutivo, no es destructivo.

¿Cómo debemos de entender las nuevas generaciones  este tipo de información?

Alrededor del mundo se está cada vez más fortaleciendo la idea que nosotros somos seres divinos viviendo una experiencia temporal en un cuerpo y no al revés como nos han hecho creer.  Todo ser humano está ahora en la oportunidad de pegar un salto cuántico, reforzar su genética, abrir su espiritualidad, expandir su conciencia, para empezar a empezar a sentir la unidad en todo lo que existe.