El estrógeno excesivo proveniente de muchas fuentes puede ser una causa de cáncer. A nivel interno (endógeno) viene de fuentes como la píldora, el parche o TRH (terapia de reemplazo hormonal), o viene de los estrógenos ambientales (exógena) que se encuentran en los pesticidas, plásticos y PCB (contaminantes químicos en el agua, aire y suelo). Estas formas de estrógeno se cree que tienen una gran influencia sobre las cantidades excesivas de estrógeno que se encuentran tanto en hombres como en mujeres. La mala alimentación, con carbohidratos refinados en exceso y la grasa animal saturada y muy poca fibra, es también responsable.

Nuestro ritmo circadiano es nuestro reloj biológico interno diario. Este reloj puede estar influenciado por muchos elementos diferentes, como la luz y la oscuridad, la hora y la temperatura. En la medicina tradicional china, el reloj nos muestra nuestros ciclos de energía a través de su curso de los 12 meridianos de órganos durante un período de 24 horas, pasando dos horas a niveles máximos en cada órgano. Nuestro ritmo circadiano tiene un efecto directo sobre los niveles hormonales, la temperatura corporal y la producción de cortisol. Estudios recientes han sugerido que nuestro ritmo circadiano, en particular, el sueño y los ciclos de vigilia, cuando son crónicamente interrumpidos (como con enfermeras o trabajadores por turnos) es posiblemente una cause del cáncer, según la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer.

Soluciones que puedes controlar

Muchos de estos factores de riesgo se pueden evitar. Otros, como la historia familiar, no se pueden evitar. Las personas pueden ayudar a protegerse a sí mismos por mantenerse alejadas de los factores de riesgo siempre que sea posible.

La mala alimentación, la falta de actividad física y el sobrepeso  son algo que se puede cambiar. Las personas que tienen una dieta pobre, no tienen suficiente actividad física o con sobrepeso pueden tener un mayor riesgo de varios tipos de cáncer. Por ejemplo, los estudios sugieren que las personas cuya dieta es rica en grasas tienen un mayor riesgo de cáncer de colon, útero y próstata. La falta de actividad física y el sobrepeso son factores de riesgo para el cáncer de mama, colon, esófago, riñón y útero.