La madre de la caperucita Por Alexandra Mas Todos los que se ven involucrados en episodios de violencia domestica están enfermos del alma. Y no lo digo como un juicio condenatorio sino como una reflexión desde el saber que la psicología pretende conocer el sendero del alma. El tema es que un alma enferma crea circunstancias y atrae experiencias a imagen y semejanza de esa enfermedad. En las mujeres maltratadas hay una decadencia del ADN. Aun hoy muchas mujeres vienen con esa información genética debido a generaciones de golpizas y malos tratos. Las mujeres que toleran maltrato van claramente en sentido inverso de la vida, pues la mujer de hoy da pasos firmes para recuperar el sitial que nunca debió perder. Al final es todo cuestión de principios, sean de la cultura, la sociedad o el individuo. ¿Quién soy? debería ser la pregunta a hacerse. Cabe decir que los principios son creencias racionales que establecen lo que vales y por los que te riges en la vida. Sabes que influencias permitir y cuales apartar. Cuando tienes principios sabes las consecuencias de tus acciones y no permites que nadie te perjudique de ninguna manera. Hace poco vino a mi atención el caso de una joven de 15 años que se bajo del auto de un chico que le gustaba y con el que le habían autorizado salir. El trato de manosear sus senos y ella le pregunto: “¿Te das cuenta de que yo solo tengo 15 años?” Claramente una chica criada con principios. El resultado, una auto-imagen saludable y comportamientos de auto-estima. Sin embargo en Hialeah, Florida otra, de la misma edad fue asesinada por su pareja quien le pegaba a ella, a su hermano menor y a la madre de ambos. Como pudo suceder esto, se preguntaran los que no conocieron el caso. Sucede que la madre de la chica le había pedido al joven que se mudara con ella y hay dos versiones para este insólito hecho. Una dice que ella “tenía miedo de que la joven se marchara con su novio”. La otra, “para compartir gastos”. En el primer escenario encontramos a una madre que le teme a su propio producto, quien declara con sus acciones que el control de esa familia está en manos de la hija y no en las suyas. O peor, que detesta a su producto y que por lo tanto entrega a quien tendría que proteger. El segundo escenario, es claramente revela prostitución, pues vende a la hija por dinero. Seguramente de alguna manera su madre también la vendió, pues este comportamiento anti-maternal revela un aprendizaje primario, es decir, por modelamiento. Demás está decir que el asunto termino en tragedia, ya que al echarlo de la casa él se persono armado y tras asesinar a la madre y a la hija, se suicido. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X