Por Annalisa Cortienfermedades-como-mensajes-del-alma

“Los procesos de dolor y la enfermedad no pueden ser meros acontecimientos desagradables, inherentemente celebran un propósito dentro de la estrategia de vida de un individuo. Las enfermedades más comunes son por lo tanto manifestaciones de la auto-sanación en curso. Si esto es cierto, sería suficiente para dejarlos ser, confiando en que finalmente un nuevo equilibrio prevalecerá “Stefano Riccesi,” Anima e Cura:. L’azione terapeutica “, p22

La medicina moderna nos enseña a ser conscientes y temerosos de los gérmenes, toxinas, bacterias y hongos. Regularmente las vacunas, los medicamentos y los tratamientos alopáticos se anuncian alegando lo último en tecnología y beneficios irrefutables de salud. Es la responsabilidad del consumidor parar, pensar, y evaluar si existe una forma menos agresiva, más natural de proteger el cuerpo. Afortunadamente, hoy en día, en muchas partes del mundo, si uno elige, es fácil hablar con un especialista en hierbas en una tienda de hierbas o un profesional de la salud natural. Estas personas son faros de luz. Su mayor desafío es impresionar y persuadir a los consumidores que se acercan a este mundo de la medicina natural por primera vez, con la motivación, la esperanza, y un grado de positividad acerca de los poderes curativos de las plantas, los minerales, los aromas y mucho más. Su tarea principal es, sin embargo, inducir al consumidor a aprovechar sus propios poderes de auto-sanación. Cada malestar, incomodidad o enfermedad es un mensaje de nuestro ser interior que está tratando de dar voz a una enfermedad del alma.

Estas almas que desean ayudar son descendientes de grandes figuras históricas que – en su propio tiempo – revolucionaron los médicos veían a la enfermedad y a los pacientes. Uno de mis favoritos personajes, Paracelso, nos enseña cómo estar conectados a nuestro yo más profundo cuando se trata de interpretar y recuperarnos de enfermedades.

Paracelso, el filósofo / médico / alquimista / hombre espiritual, proclamó que la causa fundamental de cualquier enfermedad es uno de alejamiento de Dios, es decir, la desviación del plan de la propia alma, la desconexión de la fuente más profunda de la vida que es el Espíritu. Él, sin embargo, ofreció una categorización de las causas, que él cree que son cinco. Cada causa puede ser compensada por un enfoque específico o intervención. Es común que las aflicciones de la gente puedan ser explicadas por más de una de las siguientes causas.