Toma 5 minutos para ti y medita un poco Para algunas personas, la meditación trae imágenes de monjes cantando mientras que el humo de incienso flota en el aire. Otros creen que es un gran compromiso practicar y dedicar tiempo a meditar. De hecho, será lo que quieres que sea. La meditación es simplemente un estado de ser, en el que la mente activa se calma. La meditación puede llevarnos a un lugar donde se pretende acallar el parloteo mental. Al hacerlo, nos hacemos cada vez más conscientes de las energías sutiles cambiantes dentro de nosotros. Si quieres ir más despacio por la vida, desarrollar y mejorar tu capacidad intuitiva, o incluso estar presente en el aquí y el ahora, entonces es esencial que aprendas a entrar y sentirte cómodo con el silencio interior. La meditación es una parte vital del proceso de desarrollo para mejorar tu cuerpo, mente y alma. Es bueno leer acerca de la meditación, pero en pocas palabras ¡sólo tienes que hacerlo! Es posible entrar en un estado de meditación cuando conscientemente enfocas tu mente en un solo punto o con simplemente enfocarte en tu respiración. Algunas personas encuentran útil el uso de un mandala (esas bellas imágenes de símbolos que puedes colorear), mientras que otras visualizan imágenes, tales como: una flor, un paisaje hermoso o a sus guías espirituales. Sea cual sea el método que elijas, con la práctica constante y el compromiso de manera constante puedes entrenar tu mente a que se calme y entre en silencio. Esto fomentará una sensación de bienestar que puede aportar beneficios tangibles en todas las áreas de tu vida. Si crees que no puedes meditar, es muy probable que ya lo hayas hecho sin siquiera darte cuenta. Por ejemplo, cuando los artistas están tan absortos en su trabajo, pueden perderse completamente en su propia creatividad. A menudo se oye a alguien decir: “Me subí a las nubes por un momento”. ¿Alguna vez has tenido esa sensación de que el tiempo pasó sin darte cuenta? Lo más probable es que hayas entrado a un estado de meditación. Lección de John Esto es una práctica sencilla que puedes hacer todos los días. Cierra los ojos y concéntrate sólo en tu respiración. Tómate tu tiempo. Con cada respiración, comenzarás a sentirte más y más relajado, y con cada exhalación, comenzaras a soltar todo el estrés y la tensión que habita tu cuerpo. Prueba esto durante cinco minutos cada día y practica concentrarte en el ritmo normal de tu respiración. Con el tiempo te vas a sentir cada vez más relajado con cada respiración. Simplemente deja que suceda. Déjalo todo ir y relájate. Si tu mente comienza a vagar, sólo concéntrate de nuevo en tu respiración. Si los pensamientos vienen, reconócelos y velos salir de nuevo. Observa cómo se siente estar completamente relajado. Sigue concentrándote en la respiración mientras dejas que tu charla mental se vuelva más lenta y eventualmente se asilenciará y se evaporará de tu conciencia. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X