por Gina Hardyte-quiero-pero-no-estoy-enamorado-de-ti

¿Hiciste una mueca al leer el título de este blog? Yo también lo hice cuando escribí las palabras. Los efectos rebotaron alrededor de mi cuerpo como una bola de una máquina de pinball y tocaron recuerdos de momentos en que me he sentido así sobre alguien o cuando alguno de mis ex novios lo ha sentido hacia mí.

Este artículo no se trata de las respuestas al por qué queremos a alguien y después ya no y luego, porque sólo el Universo puede conocer esos secretos. Es sólo una exploración de donde tal vez te encuentres en este momento con alguien a quien quieres entrañablemente y cómo al leer esto puedes encontrar una dirección y un poco de consuelo al tratar de navegar a través de este dilema difícil.

¿Estás con alguien a quien amas, pero de quien no estás enamorado?

Si es así, ¡mi corazón está contigo! Tal vez han estado juntos durante años y el hábito de la vida cotidiana, las finanzas conjuntas, las hipotecas y los niños te mantienen tan ocupado que no te detienes a pensar acerca de tu relación. Es lo que haces ¿verdad? O tal vez no han estado juntos tanto tiempo, pero las cosas han cambiado y simplemente no te sientes de la misma manera que lo hacías antes. Es difícil de abordar porque sabes y tienes la sensación de que algo no está bien.

Los mensajes sutiles, en forma de películas, canciones e incluso los comentarios que la gente hace, entran en tu conciencia y traen a la superficie el pensamiento de que no importa lo que hagas, sigues sintiendo lo mismo cuando miras a tu pareja. Ese amor que una vez te dio mariposas, ya no está allí. Los quieres mucho, pero ese ingrediente esencial, no cuantificable, ya no está allí.

Yo hablo sobre el espacio relacional, el que Hedy Schliefer bellamente describe en su obra. Es el espacio y la energía entre ustedes donde no se necesitan palabras. Todos somos conscientes de ello. Estoy segura de que en este momento tienes un buen sentido de lo que se siente estar con tu pareja, incluso si no están allí contigo. Si lo decimos con palabras o no, no hace ninguna diferencia. La verdad se encuentra en la energía y las sensaciones. Cuando el amor ha muerto o ya no está allí, ambos lo saben.