No temas a las críticas de los gruñones Por Marcia Sirota El otro día, en mi grupo de creatividad y empoderamiento, estábamos teniendo una conversación muy interesante sobre el temor a la crítica. Resulta que muchos de los participantes tenían miedo de mostrar su arte en el espacio público, porque no sentían que fueran capaces de tolerar las críticas desagradables que pudieran recibir. Por supuesto, este temor no se limita a las personas que asisten a mis talleres. El deseo de evitar las críticas, sobre todo para nuestras creaciones, es universal. Sin embargo, creo que hay una manera de hacerlo. Es una cuestión de entender a estos críticos potenciales. Siempre van a haber personas que sólo quieren derrumbar y atacar a cualquier cosa que podamos decir o hacer. Si tomamos un minuto para pensar en ellos, está claro que se trata de individuos desagradables e infelices que no tienen nada de valor para ofrecernos nosotros con sus críticas. Podemos reconocerlos por lo irritables que son y podemos descontar lo que están diciéndonos sobre nosotros. Por otra parte, la mayoría de las personas son bien intencionadas. Si este tipo de persona nos da su opinión, lo hará con amabilidad y tacto, ya que su intención es ayudarnos, no ponernos a la defensiva. Como ya he discutido con los miembros de mi grupo, es fácil distinguir entre información útil e inútil. Rápidamente podemos reconocer quiénes son los críticos gruñones, y simplemente ignorar cualquier comentario que suena innecesariamente duro, crítico o humillante. En mi caso, yo nunca habría sido capaz de publicar mi primer libro de no haber hecho uso de los útiles comentarios de los escritores, editores y agentes que leyeron los primeros borradores de la obra. Afortunadamente, todas estas personas estaban motivadas por el deseo de ayudarme a producir un mejor trabajo y por lo tanto las opiniones que me dieron fueron respetuosas. Si estás preocupado por poner tu arte ante el mundo, comprender la diferencia entre la crítica constructiva y genuina y los odiosos ataques puede disipar tus temores. Nunca tienes que preocuparte por los críticos que hay por el mundo. Su hostilidad los revela como lo que son: no los que pueden hábilmente discernir la calidad del trabajo, sino más bien, las personas crueles y mezquinas en busca de la siguiente cosa o persona a quién pueden insultar. Tan pronto como te das cuenta que estos críticos son odiosos, sólo tienes que cerrar tus oídos a ellos, y elegir en su lugar, prestar atención a las opiniones que se dan con amabilidad. Conéctate con Marcia en http://marciasirotamd.com. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X