¿Te está manteniendo soltera este hábito?

Por Colette Barón-Reid

¿Cansada de esperar? ¿Cansada de las afirmaciones, pensamientos positivos, citas a ciegas, y las citas por internet?

Sé que es fácil perder la fe cuando acabas de romper con otro amante decepcionante. Me doy cuenta de que es fácil entrar en pánico cuando el año 40 se acerca y quieres tener un bebé peor que cualquier otra cosa. Por supuesto que se siente injusto cuando piensas que alguien te aventó al desierto sin tu autorización. Recuerdos lejanos de los tiempos fecundos de abundancia pueden torturarte y hacer que te quieras dar por vencida.

Tal vez no estés segura de qué hacer cuando finalmente te das por vencida al mirar lo que te rodea. Toma una buena mirada alrededor y busca una bendición oculta (que siempre, siempre existe, por cierto). Puedo decirte que lo que absolutamente no debes hacer y eso es quejarte. Cuando te encuentras en el desierto, quejarte te impulsará a las tierras de los fantasmas, y déjame decirte que en verdad no quiero estar ahí.

Aquí están las cinco razones por las que tienes que dejar de quejarte de tu situación si quieres salir del árido desierto y encontrar el verdadero amor.  Te sugiero que empieces hoy.

1. Al quejarte estás enviando una señal de fuego que le dice al Universo…. más de esto por favor. En serio, ¿es eso lo que quieres? Tu voz está hecha de energía vibratoria. Tus palabras hacen eco de tus pensamientos y sentimientos al éter. Lo he dicho antes y lo diré otra vez… Cuida tu boca y mide las palabras que dices con mucho cuidado.

2. Las quejas hacen que se desvanezca la positividad. En el desierto es muy importante la conservación de tus recursos. Cada gota es atesorada. Empieza a practicar esta frase: “Yo solía quejarme de no tener dinero, un trabajo, un amante, lo que sea, pero ahora elijo ver a mi situación como temporal y cambiante.”

3. Quejarse hace que sea imposible estar agradecidos. La gratitud es el oasis en el desierto. Claro que estás luchando, no estoy tomándolo a la ligera, pero te garantizo que hay algo de lo que puedes estar agradecida. Tengo un colega cuyo desierto era el cáncer del recto. Ella me dijo que hubo momentos en que de lo único que podía sentirse agradecida era su dedo gordo del pie. Aun así, ella le agradeció por sus años de servicio. Siempre hay algo que agradecer.

4. Las quejas te vuelven ciega. A veces hay espejismos en el desierto que te pueden engañar o hacer que caigas en la arena rápida que te consumirá. Cuando eres positiva y la aceptas tus alrededores se puede hacer un plan estratégico para encontrar tu dirección. Cierra la boca y abre tu corazón. El Espíritu está esperando que solicites su orientación.

5. Las quejas bloquean los dones espirituales que Dios te ha dado. Tú dispones de un sistema GPS interno que está esperando para que puedas decirle tu ubicación actual. Cuando te quejas, es como si desconectaras el GPS y lo tiraras por la ventana. ¡No es de extrañar que te sientas tan perdida!

Por último, aquí está un secreto pequeño. La gente está harta de oírte hablar de ello. Tienes amigos, familiares y colegas que te aman y quieren apoyar, pero, si todo lo que haces es quejarte de tu vida, ellos lentamente y constantemente se alejarán de ti.

Todo el mundo tiene algo desafiante a lo que se enfrentan. Tu aceptación de tu situación actual con gracia y paciencia te abre al amor y el apoyo.

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